Sólo un 3 % del agua del planeta es agua dulce y únicamente se encuentran disponibles un 0,3 % en los ríos y un 0,6 % como aguas subterráneas, ya que el resto forma parte de los casquetes polares. Por tanto, la mayor parte del agua del planeta no es fácilmente accesible o es agua de mar. Además, la actividad humana vierte parte de sus desechos a los cauces fluviales y a las costas, lo que provoca alteraciones en su composición.
El agua es por tanto un recurso natural escaso, y por ello debemos gestionarla de forma sostenible, para poder compatibilizar el crecimiento económico con la disponibilidad de dicho recurso, contabilizando su funcionalidad dentro del medio natural.
La solución a los problemas de escasez de agua viene por la combinación de una gestión adecuada de los recursos escasos, la generación de recursos alternativos de agua y la incorporación de criterios de sostenibilidad en el tratamiento y uso de agua.
La apuesta de Abengoa se centra tanto en el desarrollo de la tecnología de desalación por ósmosis inversa, que permite potabilizar agua de mar y salobre, como en el desarrollo de tecnología de tratamiento de agua residual para su regeneración, que permite su reutilización y por tanto generar nuevos recursos de agua allí donde son escasos.
Adicionalmente, desarrolla tecnología de membranas de filtración de fibra hueca basada en materiales poliméricos y con aplicación tanto en los procesos de desalación, como en los procesos de tratamiento de agua para su potabilización, depuración y regeneración.